Dublín… Irlanda se describe en verde, Irlanda es verde… Mi corazón se volvió un poco más verde de lo que ya es…

Mi relación con Irlanda viene desde hace mucho tiempo atrás… No se si fue mi gusto por U2, los rompecabezas que hacía mi papá (y ha retomado desde hace poco) o si fue la escena de Not here on a Tuesday de Laws of Attraction pero Irlanda ha estado en mi bucket list desde que yo recuerdo que quería viajar a algún lugar.

Salí de Roma como a las 9am y estaba llegando a Dublín a la 1pm. Desde la ventana no podía nada más que ver verde y sí, un poco de la costa que da a Londres, un poco gris por toda la industrialización; pensé que se lograrían ver un par de castillos antes de aterrizar, but (sadly) no…

Salí del aeropuerto y la ansiedad y la felicidad de cumplir uno de mis sueños me embargó así como el frio que estaba haciendo al salir de la terminal. Inmediatamente salí encontré la maquina para comprar 3 días de transporte por 22 euros, el Airlink Express. Como tenía el chip de Three UK que había comprado, solo tuve que hacer el cambio de red al llegar al país y a ocupar Moovit otra vez.

Luego de comprar la tarjeta de transporte, que por cierto funciona con NFC, no me tocó esperar mucho por el transporte y por suerte, no tuve que caminar mucho con el tobillo lastimado ya que el Airlink pasaba por un montón de sitios turísticos e iba haciendo un par de paradas, no tenía como un solo destino así que me bajé en la parada que estaba por The Spire, caminé un par de cuadras más y justo al cruzar la cuadra, está el hostal donde me quedaría por dos noches, el Abbey Court Hostel.

Llegué, pagué las dos noches y me dieron la tarjeta de acceso a la habitación (en la 4ta planta, sin elevador… #Sufro) en la cama 11. Luego de cargar mi pie doblado, mi maleta y mi cansancio del vuelo en los asiento más duros de las aerolíneas de bajo costo (se la pelean con Ryanair) por esos 3 niveles y un mini recovequero hasta mi habitación, saqué todo, lo metí en la jaula que te dan para guardar tus cosas y le puse el candado.

First thing first: necesito un convertidor de voltaje porque del que me habían prestado dejé una parte esencial en Roma… así que me tocó comprar uno en la recepción del hostal por 8 euros, ni modo. Puse a cargar el cel un rato en lo que descansaba (gracias al fast charge del Mate 8, en unos 20 mins ya estaba como con 60% de carga). Decidí salir un ratito por un cigarro y aprovechando que sorprendentemente estaba soleado, dejé el sueter y la bufanda en el cuarto (fun fact: cuando hace sol hace un gran calor, pero quedate un minuto en la sombra y sufre el frio de primavera). Ahi afuera del hostal conocí a dos personas que trabajan para Amnesty International, por supuesto la meta de ellos era lograr que donara, me preguntaron de dónde era y me sorprendió saber que ellos estaban al tanto del trabajo que se está promoviendo en El Salvador sobre las 4 causales en torno al tema del aborto.

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Luego de una mini plática, una soda y un cigarro, me fui a conocer las cuadras aledañas al hotel y a buscar algo de comer. Caminé un par de cuadras (yo sentí que era un par de cuadras pero en realidad fueron como 12) y encontré un lugar de cheap food: pizza/kebab que por cierto, son muyyy famosos allá. Pedí un kebab con salsa buffalo y luego vi que estaba muy cerca de Mounjoy Sq. Park (a unas 3 cuadras) y decidí caminar hacia allá.

Es increíble como la gente sale a disfrutar del sol, en lugares que no son tan calidos durante el resto del año. Llegué a Mounjoy Sq. Park y habían diversos grupos de personas tirados en la grama (literalmente) y a medida que la tarde iba terminando, la temperatura comenzaba a bajar y se comenzaba a sentir mucho más el frio. (Por cierto, en el parque había gente que había sacado a pasear a sus gatos, con pechera y correa… eso no es normal, o si?) Aproveché para un par de fotos, descansar, mover el tobillo lastimado y pensar… ¿Aprovecho el Bar Crawl de Dublín ($12) o no?

Caminé a la orilla del Liffey mientras iba de regreso al hostal y decidí pagar el Pub bar Crawl que comenzaba a las 7:30 en un bar que se llama The Mercantile. El pub crawl consiste en: durante la noche se va de bar en bar, siendo un total de 5 bares, donde te dan shots gratis (no gratis porque ya pagaste 12 euros) y ciertos descuentos en bebidas específicas. El bar crawl comenzó en The Mercantile, la promo era: por la compra de tu primera cerveza te daban una Guiness; luego de ese pub nos fuimos para Darkey Kellys, tenías un shot de Whiskey al entrar y luego promo en sidra Savanah, un trago que no recuerdo que era y una cerveza; ahi conocí a Elizabeth, una chava de Texas que había llegado para una boda de 3 días. Aquí fue donde también se cumplieron otras cositas del bucketlist que no estaban contempladas: escuchar Galway Girl de The Kilkennys en vivo y otra que también sale en Ps I love You, pero que ahorita no recuerdo…

Terminamos ahi y seguimos caminando otras cuadras hasta llegar (otra vez) a la zona de The Temple Bar. Ahi llegamos a The Old Storehouse Bar and Restaurant y la bienvenida era un shot llamado The cocksucking cowboy, el cual es un mix de butterscotch schnapps y Baileys de crema irlandesa, riquísimo. Adentro no recuerdo cual era la promo pero si recuerdo que volvió a sonar Galway Girl, porque puesí, Ireland. Para el bajón, como siempre, fui al McDo de la otra esquina para el respectivo bajón. Regresé y de ahi no recuerdo que haya sido tanta la caminada, pero caminamos como 20 cuadras hasta llegar a Whelan’s donde la promo era la propia cerveza de ellos. Este lugar era muy diferente a los demás, era como disco pero con música de los 80’s lo cual es perfecto luego de haber pasado los primeros 3 días escuchando Despacito en casi todas las versiones imaginables.

En Whelan’s conocí a Rachel, Shannon y Sioban (Shannon y Sioban acababan de terminar exámenes de enfermería so a celebration was in order) estuvimos escuchando música en vivo un rato en la segunda planta del bar y luego bajamos. Estuvimos abajo bailando musica de Earth Wind and Fire, Michael Jackson y así hasta que decidieron regresar a la disco donde habían estado antes y me fui con ellas. Aún me quedaba un bar al cual ir, pero nunca super cual era, solo recuerdo haber visto a uno de los encargados del tour dándonos tickets para los shots y nosotras ya íbamos para otro lado.

Aún no entiendo cómo es tan común en Dublín (al menos) salir de un pub con el vaso con cerveza y solo dejarlo por ahi o en el caso de Shannon, quebrarlo en la acera del otro lado. Nos fuimos por un callejón y aún teníamos un a botella de cerveza, Shannon ya no la quería quebrar, así que me ofrecí como voluntaria, solo que no me di cuenta que habían seguridad del otro lado del callejón… Salimos del callejón, no nos dijeron nada (hey, I’m a turist… sorry?) y llegamos a Everleigh Garden, el bar subterraneo donde habían estado, lo único es que yo no tenía el sello de ingreso, pero de alguna manera (mojando la marca de una de ellas y pasándola a mi mano) entré, ahi escuché la nueva canción patronal de moda en Dublín… Galway Girl, de Ed Sheeran.

Salí de ahí como a las 2am y totalmente desorientada comencé a caminar (como 6 cuadras) en la dirección contraria, totalmente wasted and in need of junk food. Luego de darme cuenta que había estado caminando en sentido contrario, le di vuelta a google maps y comencé a caminar en dirección a Whelan’s donde encontré un lugar donde comer Eddie Rocket’s City Diner y de paso, hablar por videollamada con un amigo que se iba de El Salvador ese día (lo agarré justo en el asiento del avión ya listo para irse). Luego de medio milkshake de vainilla, una hamburguesa monstruosa y unas papas, estaba lista para seguir caminando (o así lo pensé…) cuando me di cuenta de todo lo que había falta para llegar al hostal (casi 2.3kms) mejor pedí un taxi que me cobró la linda cantidad de 8 euros…

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En Johnny Rockets diner

Día 2:

Luego de such a crazy night, reviví el día siguiente como a las 10am, luego de una bañada y otra dormida más, salí tipo 1pm a caminar la ciudad y conocer un poco más, la meta era conocer un parque llamado Phoenix Park, que en realidad no es un parque, es una reserva natural gigante dentro de la cual está un zoológico, un centro de visitantes, como cuatro lagunas e inclusive la casa del embajador de Estados Unidos.

Agarré un bus al salir del hotel y me llevó más o menos cerca de donde Moovit y Google maps me decían que era la entrada (Fun fact: ese parque tiene miles de entradas, la reserva tiene una muralla de 11kms) y comencé a caminar a donde yo tenía la idea que podía ser la entrada… Me pasó las de PS: I Love You; entré en la reserva sin saber que estaba dentro del parque… Es una cosa inmensa, verde, donde pasan calles poco transitadas y yo realmente esperaba ver una caseta, un rótulo o algo que me dijera que estaba entrando ahi; pues no, eso lo encontré hasta que llegué al centro de visitantes que sentí que estaba como a 1km de donde me había dejado el bus…

Guess what? Si es 1km… Lo acabo de medir en google maps jajaja

Al llegar al visitor center estuve viendo la presentación que tenían sobre la historia del lugar, resulta que en algún momento de la historia fue una fortificación donde tenían municiones y por eso tiene la muralla de 11kms de largo. Luego de una buena remada de regreso a por donde había entrado, decidí ir a buscar otro parque: St. Stephen’s Green y luego de esperar como 30 mins un bus (y ver que estaba en la parada equivocada) me regresé a la parada por donde me había dejado el bus (y me di cuenta que también estaba en la parada equivocada) y agarré el bus correcto que me llevaba de regreso al centro de la ciudad.

St. Stephen’s Green está muy muy muyyy cerca (ahora me doy cuenta) de donde anduve la noche anterior. Es un parque súper grande (no tan grande como Phoenix park) que también tiene laguna adentro y muchas zonas para donde caminar (y muchos patos y gansos). Aquí, igual que en Mountjoy park, la gente se tira a la grama para disfrutar del sol, porque además, me comentaron que eran los primeros días soleados del año así que había que aprovecharlo.

Luego de ahi decidí caminar un poco más, me fui a caminar sobre Grafton Street a buscar donde comer (a McDonalds fui a morir) y ver algunas tiendas interesantes: vintage, tiendas de Disney, etc. Luego me fui a buscar la Secret book and record shop para ir a metidiar y posiblemente encontrar unos libros para traer de regre. Encontrar la tienda me costó un poco, porque realmente es un poco secreta, tiene un anuncio no muy grande en la entrada del pasillo donde está la tienda. Ahi encontré miles de libros, de diferentes temáticas, a precios más o menos baratos; pues hay muchos libros de los cuales en El Salvador no hay y sobre todo los discos de vinilo (hasta de las Spice Girls pues).

Terminé comprando un libro y a seguir caminando a ver qué más encontraba, por más que busqué el flea market no lo encontré; pero me encontré con mis pies adoloridos de la caminada y con la estatua de Molly Malone. Entonces decidí regresar al hotel o al menos a una zona más conocida y luego de caminar un par de cuadras cerca de la estatua, regresé a la zona de Dame Lane, cerca de The Mercantile, donde, como todos los viernes, tienen música en vivo y el callejón que pasa por ahi se vuelve una sola calle llena de gente afuera bebiendo pintas, platicando, bailando, cantando, etc.

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Estuve ahi durante dos pintas que compré en The Dame Tabern, en la esquina escuchaba a The Luna boys haciendo unos bueníiiisimos covers y justo a la par una pareja de drunken irishs bailaban de la mejor manera que podían Jhonny B. Goodee. Salí de ahi y me fui a comprar un sandwich y unas cervezas al Centra que está en la zona del Temple Bar. Luego de comprar eso, me fui de regreso al hotel para comenzar a ver la nueva temporada de Sense8 (don’t judge me… Había buen wifi, cigarros y cena… Aparte, adentro no hacía tanto frío)

Día 3:

Último día en esta linda ciudad, me desperté un poco tarde, tipo 10am y casi de inmediato me fui a bañar, solo que me tardé un poco más de lo debido y se me había olvidado que el check out era a las 10:30am por lo cual, cuando regresé de bañarme mis cosas ya no estaban, mi candado estaba quebrado y pues… con todo y un poquito de dignidad bajé a retirar mis cosas que estaban medio en mi maleta y medio en una bolsa negra. Saqué las cosas, porque no había free locker donde dejarlas y solo pasé sacando la cerveza que había dejado en el refri comunitario (al cual tenés que ponerle nombre, número de cuarto y de bunk bed) y salí por algo de comer a un lugar que quedaba cerca llamado Kokoro donde pedí un sushi y me tomé mi cerveza…

Mi vuelo salía a las 6:50 pm, por lo cual tenía que estar en el aeropuerto a las 4pm como tarde. Así que tenía un chancecito para ir a buscar souvenirs, otro candado, una toalla (que olvidé en San Salvador), una sombrilla (porque puesí, en Londres llueve) y un chapstick porque el frío me tenía hecho leña los labios. Me fui para una Carrolls que había visto sobre Liffey Street Upper a comprar un par de llaveros, una campana para mi mamá y cosas así… y justo al momento de pagar con mi super tarjeta de débito del Banco America Central me dice la chava (que se llama Marina y me acuerdo porque lo anoté en google keep junto con el nombre de otra gente que iba conociendo) en perfecto español: «Banco de America Central… oye, de dónde eres?» y yo «ahh de El Salvador…» y la conversación siguió más o menos así…

M: Oye! Yo conozco a un salvadoreño! Lo conocí en Costa Rica hace un par de años.

G: ahh en serio?

M: Sí, guapísimo, chateamos todos los días, estoy reee enamorada. Es de Santa Ana y quiere que me vaya a vivir allá con él, que puedo conseguir trabajado súper rápido de profesora.

Obviiiiaameeente le dije que ni loca se viniera para El Salvador, me contó todo lo que le costó a ella llegar hasta donde está. Ella es una argentina con ascendencia italiana y abandonó Rosario para irse a vivir a cómo pudiera en Irlanda. El man no se quería ir a vivir a europa porque aquí, parece ser, que vive super bien con sus papás, el papá es militar y allá, pues, le iba a tocar trabajar… shame on you.

Luego de la platica y de comprar todo lo demás que tenía que comprar, decidí ir a buscar un airlink para el aeropuerto; pero en eso me encontré con que había un express tour de la ciudad al cual tenía derecho por haber comprado el 3 day pass de bus y le pregunté como 4 veces a los del tour que si iba a lograr llegar a tiempo al aeropuerto… me dijeron que si, que estaríamos de regre a las 3:30pm. Así que decidí agarrar el tour.

Este tour era un top-off que te iban contando la historia y los lugares más importantes de la ciudad y en cada cierto lugar podías optar y bajarte – cosa que no hice porque puesí, ¿por qué perder más tiempo y arriesgar a perder el vuelo a Londres? Conocí el lugar donde vivió James Joyce, la estatua de Oscar Wilde que está por St Stephen’s Green, también mencionaron que podía haber ido al mini museo que está ahi en frente y guess what?! Pude haber entrado DE CHOTO -as in, free- a la exposición de U2, pero pues, no entré y el bus no tenía parada ahi… siii, yo se… shame on me… Además explicaron por qué muchas de las casas/apartamentos tienen color de puerta diferente: cuando la reina Victoria falleció, se dio la orden de pintar las puertas de color negro en señal de luto, pero como a los irlandeses nadie les dice qué hacer… La pintaron del color que les dio la gana.

Fuimos al Guiness Storehouse y no se imaginan la barbaridad de gente que había haciendo fila, con tickets comprados y con fastpass… Si eran 200 eran pocos… así que ni modo, solo logré la foto del portón de entrada y seguimos por el tour. Luego de dos días de sol, de pronto se puso muy nublado y estar en el top del bus ya no era tan divertido. Fuimos a dar una vuelta a Phoenix park antes de terminar el tour y me dejaron a las 3:30 justo unos 30 metros de donde salía el Airlink para el aeropuerto; a todo esto yo me congelaba con 12° y veía gente correr en shorts por la calle como que era medio día, soleado y con calor…

Agarré el bus y luego de unos 20mins de viaje, llegué de regreso al aeropuerto internacional de Dublín. Entré, no chequeé maletas porque no llevaba otra y puesí, mi boleto con Ryanair no incluía maleta chequeada; pasé todos los puntos de seguridad -menos mal llevaba tiempo- y seguí caminando hasta llegar a la puerta de abordaje, la cual sentí que estaba lejíiiiisimoooos. Llegué a la zona de abordaje y pasé comprando un tripack de comida (sandwich/ensalada + crisps + bebida) como por 4 euros y me dispuse a descansar un poco antes de abordar el vuelo.

Comenzó a formarse la fila y me chequearon el pasaporte, sentía cerquísima Londres, y en eso me dicen «esta hoja tenía que venir impresa, y tuvo que haber pasado VISA check…» y yo con cara de parto, no podía darme el lujo de perder otro vuelo, le dije a la encargada que me habían dejado pasar por seguridad que había llegado y no me pidieron nada más, ella me dijo que tenía que volver a pasar seguridad pero que no iba a lograr el vuelo. No se que cara puse, pero me dijo que por esta vez, me iba a chequear y que podía pasar… así que sin más, pude abordar el avión a Londres ♥.

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Off to London baby!

Otras notas sobre el viaje:


Lugares que me quedé con ganas de ver:

5 comentarios sobre “Where the Streets have no name – Dublin

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