Para los que me conocen, y ahora los que no, soy fan de un cafecito en la mañana, como la mayoría de personas, pero a mis 23 años aprendí a tomar el café (no cualquier café tampoco) sin azúcar.
El punto acá es que el café de oficina, que pasa como mil horas (bueno, al menos 3 o 4 horas) recalentándose en la cafetera, no es candidato para tomar sin azúcar. Pero si se tiene un buen café en grano o molido, que no sea instantáneo, se puede llegar a disfrutar su dulzura natural.

Y luego de aprender a tomar café en prensa francesa (que ojo, no es solo echar el café, ponerle agua caliente y ya está) comencé a conocer otros métodos, V60, Chemex, aeropress, mokka, etc… Y para poder prepararlo en la casa, aparte de tener café, un molino (por si les gusta el café en grano para molerlo en el momento) y conseguir los métodos y sus filtros, también encontré una app que se llama Filtru coffee.

Lo que me gusta de esta app es que trae una variedad de opciones para los diferentes métodos así cada uno se va familiarizando con las proporciones que les gusta y pueden dejar su «receta» como favoritos y recurrir a ella cuando quieran hacer café. Además, que dependiendo de cuántos gramos ocupen cuando hacen su café, pueden ajustar las medidas y la relación de café/agua y al hacer el café, va mostrando el tiempo necesario para cada paso.




Además del agua caliente, el café, el método, los filtros (de ser necesarios) y la app, se me quedaba que hay que tener una báscula (en ferreterías o en walmart hay disponibles desde $11) para llevar el control del la cantidad de café y agua que estamos vertiendo en la preparación.
Pesando la cantidad de granos de café antes de molerlo Preparando una V60